La actual ciudad de Bodrum, en la costa oeste de Turquía, fue el lugar elegido por el poderoso Rey Mausolo de Caria para erigir su propio monumento funerario que albergaría tanto sus restos como los de su esposa. La obra fue encargada a los arquitectos Sátiro y Piteo que tardaron 20 años en terminar el Mausoleo en el 350 a.C.
Medía
46 metros de altura y se consideró uno de los hitos arquitectónicos de la
Grecia helénica.
Resistió
continuas invasiones como las de Alejandro Magno, de los árabes y de los
bárbaros, sin embargo un terremoto terminó por derrumbarlo en el siglo XIV.
Foto: NeoMam Studios
La
palabra Musoleo, que hoy en día utilizamos para referirnos a un monumento
funerario suntuoso, comenzó a utilizarse en honor al Rey Mausolo quien mando a erguir
su propio monumento funerario con la intención de que su fama perdurara por
toda la historia.
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